Porqué es mejor y más sostenible comprar de segunda mano?
Mi viaje empieza dos días antes de pisar el país de destino. Para coger el avión que me llevará a Abu Dhabi, escala de mi vuelo a Johannesburgo, debo viajar de Masnou (Barcelona) a Madrid en una mezcla de coche y autobús que me acabará llevando muchos más dolores de cabeza de los que me espero al salir de mi casa. Son las 07.00 de la mañana y, supuestamente, voy con tiempo de sobras para llegar al autobús que saldrá de Zaragoza a Madrid a las 11.50.
Igual que en los últimos viajes largos en coche, decido utilizar Blablacar.es para llevar a alguien con mi mismo destino en el asiento que llevamos de sobras, con la esperanza de cubrir parte de los gastos en gasolina. Somos yo, Carlos, quien conducirá de vuelta a Barcelona, y Jordina, su novia. Lo que no nos esperábamos era que los 9 euros para cubrir gasolina nos acabarían costando un total de 616,50 euros de más. Figurándolo de forma más visual es como si hubiéramos decidido tirar dos euros por la ventana cada quilómetro, una opción objetivamente más razonable teniendo en cuenta el tiempo que SÍ nos hubiéramos ahorrado en este caso.
El hecho es que, de Masnou a Barcelona a las 07.00 de la mañana te acabas encontrando con toda la población del Maresme repartida individualmente en infinitos coches, debiendo pasar todos por los dos peores inventos en carretera: la nacional II y el famoso “nus de la trinitat”, en el que no hay dios que encuentre su destino la primera vez que lo pisa.
Así, llegamos a Barcelona con una hora de retraso, recogemos al chico que nos acompañará hasta Lleida y salimos pitando con la esperanza de perder de vista toda aquella muchedumbre.
Como no, igual que hay gente que necesita entrar en Barcelona para trabajar, también la hay que quiere salir para llegar a las ciudades de Sabadell o Terrassa y, aunque el GPS nos pide a gritos que abandonemos la autopista, nuestro nuevo copiloto insiste en no hacerle caso y continuar para evitar los peajes.
Breves instantes después de dejar al blablaquero en Lleida llegamos a la conclusión que nunca deberíamos haber decidido utilizar blablacar para ese viaje. No solo tuvimos que pagar 16 eurazos de peaje, sino que al final el cúmulo de atascos me hace llegar 5 minutos más tarde de la salida del autobús. Sinceramente, hubiera preferido perderlo de lejos: la esperanza me mantenía a casi 4000 rpm, con lo que al llegar a la estación central de Zaragoza, el coche empezó a desprender humo del capó. 600 euros y 3 semanas de reparación.
Una vez en Madrid le compro al chico con el que había quedado por internet una mochila North Face Terra 65L por 85 euros, la mitad de la original.
AL GRANO
Y aquí viene lo interesante: porqué está creciendo tanto el mundo de la compra-venta de segunda mano?
Está claro que la razón más básica y fundamental es el precio. La gran mayoría de productos que encontramos de segunda mano son mucho más baratos que los originales. Por lo general, por ejemplo, cualquier dispositivo electrónico reduce directamente a la mitad su precio después de su primer uso.
La mayoría de gente se aprovecha de esta gran ventaja para ahorrar mucho dinero en sus compras o, incluso, ganar algo extra con la compra venta. Aún así, existe otra razón importante por la que la compra de segunda mano es útil: entra en el pack de lo “sostenible”.
Los que nos interesamos mínimamente por lo que compramos ya sabemos que, desde la globalización, la producción en la mayoría de sectores va de la mano de innumerables atrocidades. Una de las más evidentes va relacionada con la vida útil de un producto. Sea del tipo que sea, cualquier producto puesto a la venta requiere hoy en día de una fecha de caducidad. De esta forma, la empresa propietaria se asegura una venta continuada y perpetúa los beneficios.
Al uso de la caducidad en el sistema de producción se le conoce formalmente como Obsolescencia Programada. El ejemplo más fácil se da en los productos dotados de componentes electrónicos. En ellos, es tan fácil como PROGRAMAR literalmente su deterioro y marcar una fecha exacta para el sobrecalentamiento de alguna zona importante del dispositivo. Además, la zona afectada deberá ser suficientemente importante como para dificultar al máximo su reparación. Si, además de todo esto, la empresa se asegura un sólo dependiente que aconseje COMPRAR NUEVO en vez REPARAR ya tienes la producción asegurada hasta el infinito.
Así, si tenemos en cuenta la obsolescencia programada y buscamos alguna forma de deshacernos de ella nos encontramos con dos opciones.
La primera es comprar poco y procurar ser lo suficientemente espabilado como para reparar todo aquello que se estropee, algo relativamente sencillo si aquello que se estropea no es electrónico.
La segunda opción y la más segura es comprar de segunda mano ¿porqué?
Aunque para nosotros solo supone una reducción de precio, si lo observamos de forma global lo que estamos haciendo es no participar directamente de la producción en masa. Al hacer uso de un producto que otra persona no hace, estamos reciclándolo y, a la vez, estamos dando vida a la circulación, no entre vendedor y comprador, sino exclusivamente entre consumidores.
Si profundizamos un poco más, alguien podría criticar de esta teoría el hecho de que es necesario siempre un comprador de primera mano para asegurar la circulación en el plano de la compra-venta de objetos usados. Ciertamente, seguimos dependiendo por ahora de compradores de primera mano para dar vida a este submundo, pero existe un papel en él que puede hacerlo crecer y hacerlo autosuficiente: el MANITAS.
El manitas es aquel personaje que se dedica a comprar de segunda mano objetos parcial o totalmente estropeados (dependiendo del nivel del manitas), arreglarlos y revenderlos a un precio más elevado para obtener de ello un beneficio.
Si no creéis en la existencia de MANITAS probad a poner a la venta un dispositivo electrónico (no demasiado anticuado) estropeado y veréis como, en poco tiempo, aparecerán carroñeros en su busca, sea para arreglarlo como para reciclar alguna de sus piezas para otro proyecto “frankesteiniano”.
Gracias al manitas, conseguimos cerrar el círculo y mantener en circulación la REPARACIÓN-COMPRA-VENTA!
Aunque parecen todo ventajas, si queremos ser 100% justos con el medioambiente debemos tener también en cuenta el lugar de proveniencia de nuestro producto.
Es cierto que podemos comprar un objeto de los EEUU y beneficiaros igualmente de su precio, pero debemos saber que para traerlo hasta tu casa necesitarán de muchos quilómetros y mucho carburante en el transporte en avión o barco. Es fácil concluir entonces que es mejor comprar objetos provenientes de nuestro propio país o de países cercanos. Llevándolo al extremo, algunas plataformas de compra-venta por internet te permiten contactar con el vendedor y hacer el trato presencialmente, con lo que la empresa de transporte no queda involucrada.
Para rematar, este extenso debate podría serlo aún más si nos planteáramos la necesidad de la propiedad en nuestras vidas. Existen teorías que afirman que la sociedad puede vivir exclusivamente del uso TEMPORAL de aquellos productos que no suponen una necesidad básica.
De hecho, es actualmente posible si hacemos uso de algunas otras plataformas que están surgiendo. Teniendo en cuenta el poco uso que damos a algunos objetos, dichas plataformas proponen un uso compartido de los mismos para permitir reducir la cantidad de objetos y maximizar las horas en las que están siendo usados. Un ejemplo claro es el de aquellas plataformas que te permiten poseer de una bicicleta o coche por un tiempo a través de una cuota mensual/anual generalmente baratas teniendo en cuenta los gastos que implican poseer de dichos objetos.
Para aquellos que leeis en diagonal, sabed que la gran conclusión a la que quiero llegar es que la mejor compra es aquella que además de ser de segunda mano proviene de un destino cercano.
Si después de este textazo te he convencido y quieres pasarte al mundo de la REPARACIÓN-COMPRA-VENTA sólo tienes que buscar en internet las plataformas que te lo permitirán. A continuación te dejo con algunas que han sido útiles según mi experiencia:
Segundamano
Para mi, la mejor de las plataformas. Te permite contactar fácilmente con el vendedor y acostumbra a contener objetos con gran variedad de precios.
Se dedica exclusivamente a la venta de segunda mano presencial y la única desventaja que se le puede retraer está rlacionada con su limitada oferta en comparación con el resto de plataformas.
Wallapop
Esta aplicación te permite encontrar una gran cantidad y variedad de objetos de segunda mano a buenos precios. El problema es que no te permite contactar directamente con el vendedor, con lo que tienes que hacer uso del chat incuido en el programa y esperar que la persona con la que quieras hablar mire esté pendiente de la aplicación. Además, la versión web no te permite siquiera chatear de esta forma, con lo que debes tener siempre a mano un Smartphone o tableta para su uso.
Ebay
Es la plataforma más veterana en la venta de artículos por internet. Aunque no es su especialidad, tienes la posibilidad de comprar de segunda mano si buscas bien. El servicio de mensajería es perfecto y su forma de valoración de los usuarios te permite asegurar la fiabilidad de la persona o empresa con la que tratas. Por lo que yo sé, no se te está permitido hacer contactar con la persona fuera de la plataforma para negociar cualquier otro método de entrega.
Milanuncios
Plataforma dedicada casi exclusivamente a la venta de segunda mano. Su gran ventaja es la desorganización general, pero si te adaptas a ella puedes encontrar lo que buscas. Igual que con segundamano, se te está permitido contactar directamente con el vendedor para negociar la forma de pago y el método de entrega.